sábado, 16 de marzo de 2013

TERCERA JORNADA (15-Marzo-2013)

PRESENTACIÓN DE LA PELÍCULA "LUMUMBA" (2001)
Director Raoul Peck
 
Casi siglo y medio después de su adjudicación personal al rey Leopoldo II de Bélgica, y más de 50 años después del asesinato de Lumumba, el Congo está hoy expuesto, en medio de una guerra que ya dura casi 20 años y en la que han muerto más de 7 millones de personas, a una balcanización inminente al servicio de las potencias neocolonizadoras occidentales.
 
Medianta la ocupación de amplias zonas ricas en minerales por parte de guerrillas fomentadas por los gobiernos vecinos, estos, a su vez, apoyados por las potencias occidentales, se está procediendo a una explosión 'controlada' de su territorio.
 
El tema del Congo es muy recurrente en la historia de la literatura de los siglos XIX y XX. Aparte de los relatos de viajes y descubrimientos, hay cuatro obras señaladas de la literatura universal que se interesaron por la tragedia del Congo como de una premonición de su destino trágico:
 
- Viaje al corazón de las tinieblas (1899), una novela de Joseph Conrad; un descenso a los infiernos y una investigación acerca de la locura, pero también una crítica al imperialismo occidental.
 
- El soliloquio del rey Leopoldo (1905), de Mark Twain. Un breve monólogo teatral (25 páginas), con una crítica sarcástica y demoledora del monarca belga, el rey Leopoldo II de Bélgica (1835-1909), sobre las atrocidades cometidas por él en el Estado Libre del Congo, del que era amo personal desde 1885.
 
- Viaje al Congo (1927), de André Gide. El autor denuncia los malos tratos infligidos a los indígenas y la asfixiante segregación racial que reina por todas partes, si bien su condena al colonialiso no es muy radical; contemporiza más bien con la 'civilización' occidental.
 
-Une saison dans le Congo (1966) [una temporada en el Congo]. Una obra de teatro de Aimé Césaire. A través de la figura de Patrice Lumumba, la más grande para él de toda África, un vidente y un poeta, el autor dibuja de manera simbólica, toda la historia de un continente y de una humanidad.
 
Todas estas obras subyacen en la película que vamos a ver y que dirige el haitiano Raúl Peck; sobre todo la del escritor martiniqués Aimé Césaire, caribeño y negro como él, que narra la peripecia aciaga de Lumumba.
 
LA PELÍCULA.- Sin ánimo de contarla (una historia cuyo final ya se anuncia desde el principio), anotamos unas pistas de seguimiento de la trama política,  de los personajes y los intereses en juego:
 

1º.- Hay un primer diálogo entre, por un lado, Lumumba, líder del partido MNC (Movimiento Nacionalista Congolés), partidario de un Estado realmente independiente y panafricano en el Congo, inspirado en la Conferencia de Estados Independientes Africanos en Accra (Ghana) de 1958; y por otro, Moisés Tshombe y Mwenda Munongo, del partido CONAKAT, partido katangueño separatista, apoyado por Bélgica ante el miedo a perder sus explotaciones mineras si prevalecía la política de Lumumba.  Se menciona al ABAKO (Asociación del Bajo Congo), que lidera Kasavubu y que nació como una asociación regional en defensa de la lengua kikongo hasta llegar a ser un partido político que defendía un Congo unido pero federalista.
  
Como una sombra siniestra, empieza a aparecer la figura de Mobutu, joven militar con aspiraciones de periodista.
 
2º.- El 4 de enero de 1959, el gobierno belga anunció reconocer la independencia del Congo y se crea la Mesa de negociaciones de Bruselas en la que participan, por parte africana: Los MNC de Lumumba (liberado de la cárcel para la ocasión); la Alianza de los Bakongos ABAKO, liderada por Kasavubu; La CONAKAT, separatista katangueña, encabezada por Tshombe; Pierre Mombele, por la Unión de los Batekes; MNC-Kalonji, de Albert Kalonji (Kasai); además de  un considerable número de jefes locales invitados para disminuir la proporción de los defensores de la independencia. Y la presencia, entonces como periodista, de Joseph Mobutu que recibe a Lumumba a su llegada a Bruselas.
 
Por parte belga, el Primer Ministro Gaston Eyskens; August Schrijver, ministro para el Congo y Ruanda-Burundi; Arthur Gilson, ministro de Defensa; Pierre Harmel, ministro de Cultura; Albert Lilar, vice-primer ministro; y Étienne Davignon, agregado del Ministerio de Exteriores, entre otros, y una coalición de democristianos y liberales cuyas diferencias respecto a la independencia se dejan ver claramente.
 
3º.- Previamente a la proclamación de la independencia, Bélgica organiza elecciones para un parlamento al que entregaría el gobierno del País. El MNC de Lumumba obtiene el 65% de diputados con su propuesta de unidad nacional no federalista y panafricana. Él asumirá el cargo de primer ministro y ofrecerá a Kasavubu la presidencia, ya que compartía con él esa política de unidad nacional. Quedan fuera, sobre todo, los separatistas. En el acto de la proclamación de la independencia, el incendiario discurso de Lumumba, no previsto en el protocolo. A continuación, la marcha precipitada de Balduino... y enseguida la revueltas en el ejército, que aún estaba en manos belgas, en las calles; y violencia contra los extranjeros, inducida en buena medida por los belgas.
 
Y de nuevo aparece Mobutu, que había sido promovido por Lumumba al grado de coronel, esta vez ya contactado por las potencias imperialistas, EEUU y Bélgica, para derrocar a Lumumba.
 
4º.- Lo siguiente ya fue la huida, la captura, la entrega por Mobutu a sus enemigos katangueños, y el asesinato; todo esto no necesita de mayor explicación.
 
EL DIRECTOR, Raoul Peck, nació en Puerto Príncipe (Haití) en 1953. De niño, se mudó con su familia al Congo huyendo de la dictadura de François Duvalier. Posteriormente, residió en Estados Unidos, Alemania y Francia, y se dedicó al cine de ficción y documental con un decidido tono sociopolítico.
 
EL ACTOR que encarna a Lumumba, Eric Ebouaney, nació en Francia pero creció en Camerún, el país de sus padres, y no regresó a París hasta los 14 años. Su magnífica interpretación, su parecido físico y de porte con Lumumba, han hecho que su nombre haya quedado asociado al personaje.
 
Con estos ingredientes, la advertencia inicial es pues lógica: Celle-ci est une histoire vrai (esta es una historia verídica)

http://blogs.publico.es/dominiopublico/2932/el-asesinato-de-una-nacion/

En la jornada se proyectó un original en francés con subtítulos en castellano, pero en Youtube no hay versión subtitulada de igual modo:


 
NOTAS PARA UN DEBATE SOBRE ÁFRICA
 
En la distribución geográfica de las poblaciones, tiene gran importancia su situación respecto a la línea de los paralelos. Y es lógico, pues la latitud determina el clima, y de ahí la alimentación, el vestido, la cultura y, al fin, haciendo caso a Feuerbach, la religión. Es como una homogeneización que facilita la convivencia, la vecindad. Son relaciones, diríamos, horizontales. Por lo mismo, las relaciones norte-sur, que implican diferencia de climas y por tanto de cultura, alimentación, vestido, religión..., se prestan más al conflicto.
 
Sospecho que ésta fue la intencionalidad de Europa cuando se repartió África en 1884. Si nos fijamos en el mapa, aparte de las líneas rectas que indican un desprecio absoluto por la distribución natural de la población africana, incluida la separación de tribus en áreas políticas diferentes mediante una frontera artificial, el despiece del continente de arriba abajo, de norte a sur, es tan brutal que se puede ir de punta a punta atravesando solamente seis países. Un simple vistazo al mapa de Mali o de Níger, por ejemplo, nos lo dice todo. O distancias de hasta 3.000 kms de norte a sur en un país como el Congo. Pero es que en todos los países africanos, los europeos dejaron un 'norte' y un 'sur' con la intención de contar siempre con las rivalidades que sus diferencias implican como una espoleta dispuesta para provocar guerras a la medida de sus intereses. A nuestros medios de comunicación nos llegarán bajo el título de luchas tribales (les falta decir, entre salvajes).
 
Como la realidad termina por imponerse, la actual situación de conflicto permanente en África vuelve tozuda a la geografía, de modo que hoy, para estudiar la situación del continente, nos vemos obligados a seguir la ruta del sol para determinar los escenarios en que se desenvuelve la crisis mundial económica que atraviesa a África. En este sentido, tenemos esquemáticamente cuatro zonas:
 
- Una 1ª franja que se sitúa en la ribera del Mediterráneo, con los países musulmanes y su inventada “primavera árabe”, con Marruecos, Argelia, Túnez, Libia, Egipto. El punto caliente, determinante para el porvenir del continente, se sitúa en Libia, cuya invasión por Francia y otros países provocó, por un lado, el desbaratamiento de los planes de una Unión Africana (con un nuevo panafricanismo que incluía moneda propia y planes de mutua ayuda) promovida desde Libia por Gadafi; y por otro, la apertura de África al AFRICOM (Plan del Pentágono desde el 2001 para Africa), que desde hace unos años se guarecía en Stuttgart (Alemania) a la espera de encontrar un hueco por donde entrar. Hoy ya está instalada su primera base en Libia.
 
- Una 2ª franja el SAHEL, que incluye el sur de estos países y Mauritania, el norte de Mali (Azawad), Níger, norte de Chad y norte de Sudán hasta Somalia. El punto caliente está ahora en Mali, invadida por Francia, al servicio de los planes imperialistas del AFRICOM, por donde desbordó la crisis Libia, y que plantea por otra parte el problema de la nación tuareg, una población nómada cuyo territorio se extiende por una franja indeterminada del Sáhara, desde el sur de Libia a Mauritania, y en cuya solucion trabajaba Argelia hasta que fue convencida por Francia de abandonarla, para lo que se montó el auto-ataque a la refinería de gas Sonatrach, en Tiguentourine, sudeste de Argelia, con muerte masiva de rehenes incluida. El alineamiento del Chad, Níger y Mali en esta contraofensiva occidental "antiterrorista", da una idea de la nueva política neocolonial.
 
- Una 3ª franja que implica a todos los países del Golfo de Guinea, Rep.Centroafricana, sur del Chad, Kenia, Congo Kinshasa, Congo, Uganda, Ruanda, Burundi, y Tanzania. El punto caliente está entre el Congo y Uganda-Ruanda-Burundi. Desde 1994, al abrigo de las luchas tribales de tutsis contra hutus y viceversa, se desató una guerra de invasión del este del Congo por parte de los otros tres países al servicio del imperio con la explotación del coltán. A día de hoy, han muerto más de 7 millones de personas. Ante el convenio de cooperación de Kabila (R.D. Congo) con China, que le ofrecía mejores condiciones de explotación de las riquezas, EEUU y la UE decidieron apoyar a los países invasores.
 
La reciente ruptura de EEUU con Ruanda, acusada repetidamente de dar apoyo al 23M con sus excesos criminales, puede dar un nuevo giro a la situación. Así como el conflicto inducido por el ruandés, señor de la guerra, Joseph Kony, con apoyo USA, en la frontera del Congo con la Rep. Centroafricana y sur del Chad.
 
- Una 4ª franja que implica a Angola, Zambia, Mozambique, Namibia, Zimbabwe, Botswana y Sudáfrica incluidas en la SADC (Comunidad del África Meridional para el Desarrollo). Bajo la  égida de la emergente Sudáfrica, se crea una organización internacional de estados africanos, la SADC: Angola, Botswana, República Democrática del Congo, Lesotho, Madagascar, Malawi, Mauricio, Mozambique, Namibia, Sudáfrica, Swazilandia, Tanzania, Zambia y Zimbabwe, firmaron en la Cumbre de Jefes de Gobierno celebrada en Windhoek (Namibia) en agosto de 1992 un acuerdo para propiciar el desarrollo y el crecimiento económico, mitigar la pobreza, mejorar el nivel y la calidad de vida de las poblaciones del África meridional y apoyar a los grupos socialmente desfavorecidos mediante la integración regional; desarrollar valores, sistemas e instituciones políticos comunes. Promover y defender la paz y la seguridad; fomentar el desarrollo auto-sostenible a través de la autosuficiencia colectiva y la interdependencia de los Estados miembros.
 


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